Los niños, desde bien pequeños sienten curiosidad por todo lo que les pasa en su entorno y en su día a día, se fijan y piensan en como interactuar con ello.
A medida que crecen y con la ayuda de la docencia en la escuela van adquiriendo conocimientos de lo más básico a lo más complejo pero cuando son pequeños es importante estimularles con aquello que pueda llamarles la atención e incrementar su conocimiento.
Un buen método para llevar a cabo tal estimulación son los proyectos de ciencias, una simple congelación de agua en divertidos cubitos de formas puede crear en ellos una gran curiosidad para saber que ha pasado. Con el objetivo que entiendan y enriquezcan sus conocimientos puede ser una buena idea explicarles con dibujos, videos y juegos qué es lo que ha podido pasar así, el niño no solo se divertirá aprendiendo sino que tendrá ganas de saber cada vez más.
Hay muchísimos proyectos de estos tipos por internet y en libros de la biblioteca así que son de fácil acceso, además no es una mala idea el guardar en carpetas ya sean virtuales o en papel todo el inventario de proyectos que vayáis haciendo para tenerlos todos juntos y echarles un vistazo cuando sea necesario o cuando surja un hecho que tenga que ver con el experimento elaborado. Por ejemplo si hemos hecho el experimento de congelar agua y un día llegamos a la montaña y vemos la formación de estalactitas siempre podremos volver a ese proyecto que hicimos y relacionarlo con cosas cotidianas que ocurren cada día.