No todo se aprende en las aulas de una escuela.

En los primeros meses del 2020 todos nos hemos visto obligados a un confinamiento en nuestras casas por un posible riesgo de contagio al nuevo virus, una pandemia que ataca hasta el momento a más de 160 países. Las actividades económicas secundarias y terciarias han sido canceladas a nivel internacional por cada gobierno responsable haciendo acatar una cuarentena, en el Perú a través de un toque de queda de 8pm a 5am. A partir de la situación de emergencia estamos pasando más tiempo con nuestros padres, hijos, abuelos, nietos, sobrinos y parejas. Las escuelas, los centros de entretenimientos, bibliotecas, cines, malls no están disponibles para nadie, lo que ha generado cierta preocupación por saber que hacer mientras dura la cuarentena.

En este colapso económico y confinamiento se viene a la cabeza una gran interrogante, ¿se puede aprender algo estando en casa o es la escuela la única institución capaz de formar? Los maestros sabemos que la formación empieza en casa, como los principios, valores, hábitos buenos, descubrimiento de alguna habilidad. En la escuela solamente podemos reforzar dichos aprendizajes significativos y no como piensan muchos adultos transformar a un ser humano de imperfecto a perfecto.

El aprovechamiento del tiempo en esta emergencia sanitaria, parte de los adultos hacia los niños o jóvenes que se ven confundidos y tienden a despreocuparse de sí mismos en todos los aspectos. Es necesario que los padres entiendan que es el momento ideal para pintar, jugar en familia, hacer un karaoke, enseñarles a cocinar a los niños o contarles sus historias o experiencias con una moraleja. Es momento de comunicarse, aprender, desaprender y valorarse el uno al otro, sobre todo ahora que esta enfermedad no perdona ni clases sociales o edades.

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