La enseñanza de las matemáticas requiere cambios. La manera en que se enseña en las aulas todavía sigue siendo muy tradicional. Los profesores se limitan a dar los conceptos del libro, realizar un ejemplo en la pizarra y dejar más de 50 ejercicios de tarea el fin de semana para entregar el lunes.
Y es en ese preciso momento que el alumno le tiene animadversión a la materia; responde los ejercicios como puede, muchas veces sin tener conciencia plena de lo que está resolviendo. Y como es de suponer, el profesor recibe los ejercicios, los revisa, y nota que hay varios ejercicios mal resueltos, que el concepto todavía no ha permeado en la mente del alumno.
Y es ahí donde viene las bajas notas, la reprobación y el odio del alumno hacia las matemáticas.
Hoy más que nunca necesitamos transformar esa situación. Necesitamos profesores más comprometidos y con nuevos métodos de enseñanza que fomenten en el educando curiosidad, gusto y por qué no, quizá hasta amor a la materia y puede que hasta piensen seriamente matricularse en una carrera de ciencias físico-matemáticas.
Y esta tarea podría ser muy fácil aprovechando todos los recursos audiovisuales de hoy en día. He notado que los alumnos aprenden más rápido cuando se les proporcionan gráficos, videos, presentaciones y demás recursos técnicos disponibles. La actualidad de los jóvenes es la tecnología maravillosa que vivimos; es menester de los profesores aprovecharla.