En las últimas décadas la enseñanza ha evolucionado desde un proceso unilateral —en el que el docente dictaba la lección y el alumno simplemente estudiaba lo que se le pedía— a un proceso de enseñanza-aprendizaje bilateral, en el que para los maestros y profesores es fundamental asegurarse de que los estudiantes siguen el ritmo de una asignatura y progresan en su aprendizaje de forma real.

Con esto como base, la normativa educativa impulsa un modelo de enseñanza basado en programaciones didácticas, que es el documento que recoge la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje y especifica, en función del currículo vigente, los objetivos, contenidos, la metodología y los criterios de evaluación que se seguirán para impartir una materia. La metodología didáctica es, por tanto, una pieza clave dentro de la programación didáctica de asignaturas como Lengua o Matemáticas.