El mundo está cambiando y con éste, la forma cómo las personas aprenden. Existe por eso, una necesidad urgente de reinventar la práctica docente y las metodologías de enseñanza, para adaptarlas a los nuevos contextos y garantizar así, aprendizajes significativos. ¿Qué quiere decir esto? Que ahora, los aprendices deben ser los protagonistas de un sistema que poco a poco está superando el tradicional paradigma donde el profesor es el centro del conocimiento.

El compromiso con la calidad educativa actual implica que los instructores deben ser comprometidos y estar preparados para desvelar las capacidades y potencialidades de sus aprendices, estimulando la motivación a través de métodos novedosos que abran los espacios necesarios para el desarrollo de esas nuevas prácticas. Las nuevas metodologías de enseñanza son un hecho y están cambiando los entornos educativos en todo el mundo. Las diversas metodologías han sido creadas por los mismos instructores y es imperativo considerarlas y seguir formulando nuevas propuestas que apuesten a la renovación y mejora de los procesos educativos.

La metodología que mas me gusta utilizar es el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) el cual permite a los aprendices adquirir conocimientos y competencias a través de la elaboración de proyectos investigativos que den respuesta a problemas de la vida real. Al partir de un problema concreto y real, esta metodología garantiza que proceso de aprendizaje sea más didáctico, eficaz y práctico y permite al aprendiz desarrollar competencias complejas como el pensamiento crítico, la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas.