En este tiempo que conozco a Sensei Jesus Hurtado,
he descubierto que el karate no es tan sólo para el cuerpo, sino para el espíritu,
es superarse a si mismo, es afrontar y luchar contra la adversidad y contra uno mismo,
contra las tentaciones, superar los miedos, vencer el dolor del alma,
contra lo que los demás digan y salir adelante, logrando ser fuerte y valiente.
Principios que he aprendido de respetar al prójimo y sus puntos de vista, ser sincero,
dar sin esperar recibir, ser disciplinado y no olvidar los consejos,
Confiar en uno mismo y no defraudar a quienes confian en mi.
Me he dado cuenta que un maestro es como un padre en quien realmente hace aflorar lo mejor de nosotros y puede
convertir la roca más simple en una pieza valiosa sin que uno mismo haya esperado serlo.
Mis agradecimientos eternos por formarme y educarme con principios y valores"