La Química es tal vez, una de las áreas de mayor conocimiento que pueda haber. Pero al mismo tiempo, es una de las áreas con más escepticismo por parte de las personas y alumnos que recién incursionan en ella. La Química es, hasta cierto punto, mágica. Como químicos, tenemos la capacidad y habilidad de innovar. Es fascinante el mundo de la Química; en la práctica, es sorprendente cómo se pueden crear productos de alto valor añadido desde prácticamente una simple materia prima de la que podamos disponer a a través de una serie de procesos químicos. En la teoría, resulta motivante conocer de qué están hechas las cosas, de qué estamos hechos nosotros mismos, resulta motivante saber por qué la vida está hecha sobre el átomo de carbono y no sobre algún otro elemento, como por ejemplo el silicio que se encuentra justo debajo del carbono en la tabla periódica y por ello comparten ciertas propiedades. De igual manera, puede resultar motivante conocer cómo desarrollar nuevas energías alternas a las convencionales, que no dependen de combustible fósiles, por ejemplo, mediante el uso de hidrógeno como combustible, siendo una reacción totalmente amigable con el ambiente al sólo obtener como producto vapor de agua y liberando ésta reacción varias veces más energía que la combustión de cualquier hidrocarburo. Cuento con dos años de experiencia docente a alumnos de nivel medio superior. Mis métodos de enseñanza se basan en el estudio de casos, elaboración de ejercicios, presentaciones con diapositivas, preguntas detonadoras, lluvia de ideas, diálogo, desarrollo de mapas conceptuales, método de preguntas, realización de esquemas, diálogo con los alumnos. Me gusta hacer pensar a los alumnos y no sólo hacer que mecanicen un proceso de solución de un determinado tipo de problemas, dándoles así, diversas herramientas de solución de problemas no sólo en el área Química.