¡Hola! Espero estés teniendo un agradable día.
Cuando imparto clases virtuales, por lo general, trabajo con el apoyo de mis alumnos los ejercicios con los cuales requieren ayuda, acompañado de la debida teoría que se necesita para la resolución de cada uno de ellos. Las clases las hago por Google Meet y enciendo mi cámara para que también me puedan observar, pero principalmente comparto un documento word en el cual se resolverán los problemas, y el cual al final de la clase será enviado al alumno en cuestión para que pueda recurrir a este en caso quiera repasar otra vez. Además, pregunto si se me comprende para ver qué partes son menos entendibles y, si así fuera necesario, volver a explicarlo. Todo esto siempre siendo respetuosa y auténtica. Mi experiencia con los niños pequeños me ha llevado a entender que absolutamente todos son diferentes y, por lo tanto, aprenden de forma diferente. Habrá algunos que prefieren memorizar fórmulas, otros que quieren saber el porqué de las fórmulas, otros se guiarán mejor si uso más colores, otros comprenderán mejor si uso más figuras o ejemplos en la vida real, etc. Sin embargo, la meta es que todos aprendan; eso sí, yo sólo los guío hasta cierta parte, la otra parte es la dedicación que ellos prestan a la materia. Un profesor enseña, pero no puede aprender por los alumnos. No es un reproche, sino un recordatorio.